El fin de las bajadas de tipos ha llegado

Un 2025 marcado por la inflación y la reacción de los bancos centrales

Tras las fuertes subidas de los precios en 2022 en prácticamente todo el mundo, los bancos centrales decidieron actuar. Lo hicieron tarde en algunos casos, pero con contundencia, subiendo los tipos a niveles no vistos en más de 20 años tanto en Estados Unidos como en Europa. Esto trajo miedo a los mercados y también a las economías domésticas, pues ahora todo era más caro, incluido el acceso a la deuda.

Sin embargo, la inflación fue conteniéndose desde mediados de 2022 y alcanzó niveles razonables a finales de 2023, especialmente en Europa. Esto llevó al BCE a comenzar su camino de bajadas de tipos a mediados de 2024 intentando frenar también el deterioro económico que en países como Alemania o Francia estábamos observando.

Fin de ciclo en la política monetaria.

Así, los tipos de referencia (la facilidad de depósito específicamente) del BCE bajaron desde el 4% (nivel máximo en septiembre de 2023) hasta el 2% actual. Nivel en el que, por ahora, se van a quedar. Y es que parece que las bajadas de tipos han llegado a su fin y lo han hecho por diferentes motivos, aunque todos relacionados con una cosa: el elevado nivel de endeudamiento de los países.

Tipos a largo plazo: la desconfianza de los inversores.

A pesar de que el BCE ha estado bajando tipos durante 1 año, en este mismo periodo los tipos a largo plazo de los principales estados europeos han subido. En Alemania y Francia tenemos al tipo de interés a 30 años en niveles no vistos en más de 15 años, superando el 3,3% y el 4,4% respectivamente.

La señal que esto nos está dando es que los inversores no se sienten cómodos con la actual situación fiscal de los países, cuyos planes de endeudamiento están empezando a tener sus consecuencias.

El espejo de Estados Unidos

La primera consecuencia es obvia: se pretende emitir demasiada deuda a tipos demasiado bajos, por lo que al no haber suficiente demanda los precios tienden a bajar, lo cual se traduce en tipos de interés más altos.

La segunda todavía no ha ocurrido porque, por suerte, en Europa no tenemos un problema de déficit estructuralmente alto. Sin embargo, podemos ver lo que ocurre cuando esto pasa mirando a Estados Unidos. Se espera que para este año el déficit estadounidense se sitúe en el 6% de su PIB. Y como cualquier empresa en pérdidas, el Estado necesita financiarse.

El problema es que suele hacerlo con más deuda, justo cuando el mercado ya está inundado. Es como intentar apagar un fuego echándole más leña.

El reto europeo: rigidez y riesgo de estancamiento.

Por ahora este problema no lo tenemos en Europa, gracias a mayores ingresos fiscales que amortiguan la situación. Pero la rigidez de la economía europea y la influencia de los aranceles nos podrían llevar a un estancamiento en los próximos meses. Cuando llega una recesión, los ingresos fiscales caen y los gastos suben. El déficit aparece rápidamente y, con él, la necesidad de más deuda.

El BCE se detiene para mantener margen de maniobra.

Todo esto ha hecho que el BCE haya decidido pausar la bajada de tipos. Con ello se protege frente a la incertidumbre derivada de los aranceles y de los tipos a largo plazo en alza, a la vez que guarda un margen de maniobra para actuar en caso de recesión.

Porque si llega una recesión y no hay suficiente margen para bajar tipos e impulsar la economía, la alternativa será inyectar dinero en el sistema… con el riesgo inflacionario que eso conlleva.

En GSM&B transformamos el análisis en estrategia: gestionamos tus inversiones con rigor, cercanía y visión de futuro.

Artículo escrito por Kevin González, analista financiero en GSM&B Agencia de Valores.

Últimas noticias

No se pierda nada.
Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe actualizaciones y recursos diseñados especialmente para ti.

Introduce el término de búsqueda, por ejemplo «laboral» o «estrategia»…